Abstract
La incorporación de la gestión del riesgo en el ordenamiento territorial se requiere para gestionar
el desarrollo, la ocupación y la construcción segura sobre el territorio y hacer uso sostenible del
suelo. Para llevar a cabo este proceso es fundamental definir áreas con condición de riesgo, de
modo que permitan ejecutar medidas correctivas y se logren establecer medidas prospectivas
que impidan la formación de nuevas situaciones de riesgo.